Es la primera noche que paso en mi habitación des del
accidente y estoy extrañamente nerviosa. Al entrar dejo las bolsa con las cosas
que me ha ido trayendo Sam al hospital. Veo una habitación con las paredes
pintadas de negro y recubiertas de cuadros, imágenes y otras cosas que usé en
un pasado como decoración. Observo las fotos detenidamente esperando reconocer
a alguien, pero nada. Cojo una en especial, estoy yo y un chico. Pero no es
Byron, este es moreno. En la foto, él me coge por la cintura des de atrás
mientras me da un beso en la mejilla. Me siento en la cama para no caer. Me
suena, no le reconozco pero me suena. Byron me dijo que tuvimos una pelea
durante uno meses y que yo me acerque a un chico con este aspecto para darle
celos. Al final resulto que el chico era
gay y solo me estaba usando para descubrir su sexualidad. Dejo el portarretratos
en la cama y me levanto. Sigo paseando por mi cuarto. Descubro otras fotos, con
chicas- las que imagino que son mis amigas-, con una mujer de unos 40 años que
imagino que es mi madre....De repente me doy cuenta de que ni siquiera soy
capaz de reconocer a mi madre, a la mujer que me trajo al mundo. Me siento desfallecer. Me apoyo en un silla y
respiro hondo a la vez que cierro mis ojos. Estoy vacía, perezco un molde que está
siendo rellenado rápidamente con recuerdos de otra persona. Una persona que no
conozco, que no reconozco. La persona que un día fui pero que ya no seré más.
cada poro de mi piel, cada hueco de mi alma está siendo llenado con nombres,
caras, frases, pensamientos inconexos, que carecen de sentido para mí. Tengo
miedo de mí futuro y de mi presente. El pasado servía para aprender, para no
cometer los mismos errores en el futuro, pero.... si yo no tenía pasado ¿Cómo
iba a saber lo que debía hacer en cada momento? Todo sería como seguir una vida
que alguien un día empezó y dejó a medias. Como reanudar un libro del que ya no
me acuerdo de la trama porque lo dejé a la mitad durante todo el verano.
Mientras me dejo llevar en mis pensamientos suena mi móvil.
-¿Sí?- digo.
- ¡Dios, gracias! Estas bien. Llevo días intentando
llamarte, nadie me ha dicho nada durante todo el tiempo que has estado ene l
hospital. Un buen amigo tuyo, Byron creo que se llamaba, me dijo que era mejor
para ti. Pero Becca, ya no puedo aguantar más sin saber nada de ti. No puedo
levantarme por las mañanas pensando que no te veré, que no te podré hacer
sonreír. Sé que no debería decirte esto después de haberte dejado pero....
-Espera, Espera. ¿Tu y yo juntos? ¿ Me dejaste? ¿Cuándo?
¿Quién eres? Y Byron, no es mi amigo. Él es mi novio. ¿Puedes explicarme por
favor que clase de broma es esta?- pregunto inquieta.
- Mierda. Escuché algo pero no quería creerlo. Amnesia...
- Sí, ¡Tengo amnesia! Estoy cansada de no acordarme de nada
ni de nadie. Todo el mundo parece conocerme pero no me conozco ni yo. Estoy
cansada de que todos me intentéis contar vuestra versión de mi vida. Por si no
lo habéis notado es MI vida y aunque no la recuerde aun tengo el derecho de
decidir si quiero hacerlo. Adiós.- Le grito con tono de indignación y enfado.
Luego le cuelgo sin darle la oportunidad de contestar o disculparse.
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