domingo, 9 de marzo de 2014

9. Ya lo sabía


Transcurre un largo rato hasta que decido abrir los ojos y separarme parcialmente de Ray. Justo en el momento en el que levanto la cabeza y miro el paisaje que hay detrás de su espalda veo algo. Una sombra se mueve rápidamente entre la oscuridad. Su movimiento me resulta extrañamente familiar. Decido que seguramente no sea nada y dirijo mi mirada esta vez hacia los ojos azules de Ray. Nos besamos de nuevo y decidimos que tenemos que entrar, aparentar normalidad y hablar con Maya lo antes posible. Empezamos a separarnos tristemente. Querría estar para siempre a su lado.

No sé cómo vamos a decírselo a Maya, no sé cómo va a reaccionar, no sé si podrá perdonarme. Pero a fin de cuentas yo lo hice. Yo la perdoné cuando se enamoró locamente del chico que a mí me gustaba y que gracias a la fortuna he descubierto que yo a él también.  Irónico.  Creo que lo mejor será exponer la verdad de la manera menos dolorosa posible. Intentando que su corazón no se rompa en mil pedazos que luego sólo el helado pueda pegar.  Entramos con unos minutos de diferencia en la sala y empezamos a buscarla entre la multitud. A lo lejos, al lado de la mesa de votación está ella. Introduciendo su papeleta azul en la urna. Nos acercamos lentamente.

- Maya, tenemos que hablar.- Le dice Ray seriamente.

- Lo sé. Pero quiero ser yo la primera. Veréis, sé lo que pasa entre vosotros. Estoy acostumbrada a que los chicos se cansen de mí. Al principio soy yo la que les atrae o eso es lo que dicen pero luego, poco  a poco, suelen enamorarse de Rebecca. Yo solo soy una rubia que usan de juguete para acercarse a ella.

- Maya, sabes que eso no es así. Nunca he salido con un chico que primero hubiera estado contigo.- le replico incrédula.

- Eso también es culpa mía. Cuando me confesaban sus verdaderas intenciones me cabreaba y empezaba a contarles mentiras sobre ti. Sobre cómo eras en realidad. Exageraba tanto tu mal carácter que tenían miedo de hablarte y huían. Sabía que esta vez iba a pasar igual, solo estaba esperando a que ocurriera. Ver cuánto tiempo era capaz de aguantar esta vez.  Nunca dejé que ningún chico se acercara a ti antes porque no les merecías pero Ray es diferente. Me di cuenta ya el primer día de que te miraba diferente, y todo se evidenció cuando cada vez que le decía de quedar preguntaba por ti.  Aunque yo lo sabía, me empecé a enamorar de él. Siento que te haya hecho sentir de esa manera Becca, como si sobraras. Siento haber hecho que esta situación tardara tanto en producirse. Siento haberme metido en el medio. Hoy, mientras él creía que estaba entretenida con unas amigas era plenamente consciente de dónde iba y para qué. Os he dejado vuestro momento y de echo, acabo de introducir vuestros nombres en el sobre. Hoy tendrá que ser vuestra noche. Y tenéis que ganar porque aunque me cueste admitirlo hacéis mejor pareja vosotros que yo. Disfrutad, yo me voy a mi casa a descansar que esta día ha sido bastante largo ya.

- Maya.....- susurro con lágrimas en los ojos de nuevo.

-No Rebecca, no. No te compadezcas por favor. Esta es la historia de mi vida y he aprendido a vivir con ello. Ray, lo siento y gracias por haberme acompañado al baile y por haberme cuidado estos días.

Y sin poder movernos por la tristeza del momento dejamos que se vaya sola y desconsolada a su casa. Ninguno de los dos sabemos qué hacer, cómo reaccionar a lo que acaba de pasar. Nunca imaginé que Maya se sintiera así, que fuera así siempre. Nunca me había dado cuenta de que sus novios estuvieran enamorados de mí. Nunca me gustó ninguno pero si lo hubiera sabido todo hubiera sido diferente.

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