miércoles, 26 de marzo de 2014

18. Nadie es quien creo que es


Abro los ojos y veo que estamos abrazados, mi cara contra su pecho desnudo.  Levanto la mirada y veo su sonrisa y entonces me aparta el pelo de la frente con la mano y me da un beso en ella.

-Tendríamos que irnos…. Se hace tarde y tengo que estar en casa a las cinco.- digo aunque no quiero cumplir mis palabras.

- ¿A las cinco para qué?- me pregunta.

- He quedado con las chicas. Me van a contar cómo era mi vida ante del accidente.

-Pero… ¿no te gusta tu vida de ahora? Quiero decir….entiendo que quieras recordar pero ¿te has planteado que puede ser que no te guste lo que te cuenten?

- Sí… lo he pensado y necesito saber.

- Bien…. Voy a vestirme, tú espérame aquí.

Entonces se levanta envolviéndose en una manta para no dejar al descubierto sus partes más íntimas.  Empiezo a vestirme y veo que tengo mi sujetador encima de una repisa en el fondo de la estancia. Me dirijo hacia él y veo dentro de un cajón entreabierto una foto y una carta. Me resultan familiares y las cojo. La foto es mía y de Byron en la playa, también está Su. Empiezo a leer la carta. “Querida Rebecca Stones: Dudo que tu inteligencia aún no haya atado cabos pero por si acaso me presento. Soy Byron McDown.” Después de la primera frase mis ojos se tiñen con una fina niebla que solo les permiten ver trozos sueltos de la carta. Frases como: “Quiero decirte algo más. Nunca me he olvidado de ti. Y de echo, no quiero hacerlo” o “Pd: cuéntaselo a tu nuevo novio y alguien pagará las consecuencias. Atentamente, tu peor pesadilla" retumban en mi cabeza confundiendo mis ideas y haciendo volver algunos recuerdos. Instintivamente me acabo de vestir lo más rápido que puedo, dejándome el sujetador allí, y salgo de la casa corriendo y suplicando porque Byron no sé percate aún de mi huida.

Corro y una extraña sensación recorre mi cuerpo. Creo que me he encontrado en esta situación antes. Corriendo sin rumbo sin saber bien porqué mis pies siguen moviéndose. Choco con gente a mi alrededor que me gritan insultos por mi poco cuidado pero a mí me da igual. Acabo de perder mi virginidad con el que yo creía que era mi novio, con el chico que creía querer. Y ahora me doy cuenta de que solo es un farsante que me ha engañado. No sé muy bien porqué ni cómo mis amigas me han dejado hacerlo pero pienso averiguarlo.

Llego a mi casa y en la puerta ya se encuentran ellas. Cuando las veo me pongo a llorar. No sé actuar de otra manera. Ellas me ayudan a abrir la puerta y una vez en el interior me escuchan.

-¿Vosotras sabíais quién era Byron?

-Un amigo tuyo ¿no? Nunca nos lo preguntamos. Era él el primero que habló contigo después del accidente, fue el quien nos lo contó, quien se lo contó a Ray. Sabemos que ese día te dejó pero seguía preocupado por ti.

-¡No es mi amigo! Se hizo pasar por mi novio, me explicó una historia, ¡Se ha acostado conmigo! Y me acabo de dar cuenta de que nada de lo que me contó era verdad. Encontré una carta, no sé muy bien de qué habla pero deja claro que él no era mi novio y que me estaba amenazando. Alex, te hirió.

Y caigo en el sofá llorando de nuevo. Tengo la impresión de que solo hago que llorar últimamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario